El turismo de alto impacto perdió en 2020 el 36% de turistas en España, pero es mucho más resiliente a las crisis económicas y con un mayor potencial de crecimiento en el medio y largo plazo. Esa es una de las principales conclusiones del el informe de Boston Consulting Group y Círculo Fortuny sobre el turismo de excelencia y las tendencias: ‘Retos y tendencias: ¿cómo será el futuro del turismo de excelencia?

El modelo turístico que España quiere fomentar en el futuro se ha puesto a debate tras la tremenda crisis que el Covid-19 ha provocado en el sector. La sostenibilidad económica, social y medioambiental es el objetivo final de cualquier acción que se quiera llevar a cabo. Este martes 25 de mayo, el Círculo Fortuny organizó una sesión virtual para presentar dicho informe en la que participaron entre otros el chef Andoni Luis Aduriz, el secretario de Estado de Turismo, Fernando Valdés y Christopher Schmidinger, ex vicepresidente y director general de Four Seasons Hotels & Resorts, entre otros.

Patricio Ramos, socio y director general de Boston Consulting Group fue el encargado de presentar el informe y habló de los beneficios y del turismo de alto impacto (o turismo de lujo) y de la situación en la que se encuentra España sobre este segmento turístico.

Además de la evidente mayor resistencia que tiene el segmento a las crisis económicas, también se puso de manifiesto que España es el número 2 mundial en recepción de turistas y se encuentra en el puesto 7 en el ranking de high-end tourists. “España tiene un tercio menos de turistas de alto valor que Francia o Italia”, advirtió Patricio Ramos.

Para poder cubrir la distancia que nos separa de ser también líderes en turismo de lujo, proponen desde Boston Consulting conocer al turista de alto impacto. ¿Qué busca un turista de alto impacto? Según explica el informa, existen una serie de atributos emocionales que hacen que el turista decida venir a España en lugar de a otro destino. Hay una serie elementos ligados a la exclusividad, prestigio, placer, personalización y estatus. Son atributos emocionales que deben estar contenidos dentro de la oferta. Además, hay una serie de elementos funcionales: artesanía, calidad, diseño y, por último, el precio, que debe ser superior a la media y percibido como caro, en algunas culturas incluso extravagante y en general, difícil de obtener.

China, la gran potencia del lujo

China es el mayor contribuyente del mundo al turismo de lujo para España. Actualmente supone el 39 por ciento de los turistas, muy por encima del resto de Europa, que apenas alcanza el 17 por ciento. Este dato nos da una idea de la importancia que el mercado chino, que sumado al resto del sudeste asiático, sería un total del 50 por ciento del turista de alto impacto como se muestra en el siguiente gráfico.

¿Por qué estos turistas son tan importantes?

Uno de los análisis que se hace desde la consultora es que este tipo de turismo desestacionaliza y tiene una enorme capacidad de gasto. Según los datos que manejan, el turista de lujo se gasta de media 35.000 euros al año en sus experiencias turísticas, que además se extienden en el tiempo por encima de la media. Entre los datos más destacados de gasto se encuentran los siguientes:

  • Pagan más de 1.000 euros por noche de hotel
  • Más de 8.000 euros por semana en resorts
  • Visitas a restaurantes con ticket medio superior a 150 euros
  • Gastos de compras de 7.000 euros por viaje
  • Gastos de wellbeing, spa, salud de 400 euros/día
  • Gastos de 800 euros en teatros, museos, etc.

Cuatro vectores de crecimiento que hacen a España única

Según se explicó en la presentación, cuatro son los vectores que hacen que España tenga un potencial enorme a medio y largo plazo para el turismo de lujo.

  • Patrimonio cultural e histórico. “No tenemos nada que envidiar a otros países. Hay que reforzar la diferenciación y está muy distribuida por toda España”, afirmó Ramos.
  • Turismo de compras. Una oferta importante para clientes asiáticos y de oriente medio. Hay que seguir potenciando las marcas españolas en este segmento.
  • Turismo de bienestar, naturaleza y deporte. Favorece la desestacionalización del turismo. España es una potencia golfística que puede aprovechar para el turismo invernal.
  • Restaurantes: Turismo ligado a la oferta gastronómica. No sólo los más de 250 restaurantes con estrella le dan una identidad gastronómica a España. En 2009 no llegaban a 150. En una década, el crecimiento de la industria es espectacular. Una gran capacidad de calidad e innovación. Hay una diversificación desde el punto de vista geográfico. Debe ser un elemento en el que España siga apostando.

Como expresó posteriormente Christopher Schmidinger, ex vicepresidente y director general de Four Seasons Hotels & Resorts, en la pirámide turística, España tiene mucho poder en la base, pero tiene que enfocarse en la parte alta de la pirámide. “Hay una razón por la que llegamos a España, y es que creíamos en el futuro del lujo en España. Tienes que darle a los consumidores la oportunidad de venir y disfrutar de la experiencia”.

Además, el ex directivo puso en valor el cliente local, que en su espacio de Madrid supone un porcentaje del 90 por ciento actualmente y también puso de relieve la necesidad de llevar infraestructuras de lujo a otras áreas geográficas. “En España no hay todavía las suficientes experiencias de lujo”, aseguró.

Patricio Ramos también coincidía en la lectura de Schmidinger: “Es clave tener un producto de alta gama que permita a los turistas visitar la diferente geografía de España. Ahora mismo está demasiado concentrado desde el punto de vista geográfico”.

La alta gastronomía como polo de atracción

El turismo ligado a la oferta gastronómica es uno de los grandes atractivos de España para el cliente de turismo de lujo. Estuvo presente en la sesión Andoni Luis Aduriz, chef con dos estrellas Michelin en Mugaritz. “Parte del éxito en España y en San Sebastián es que somos complementarios. Si no desgastamos la credibilidad, tenemos bastante futuro”, aseguró Aduriz.

Sobre la formación, el chef explicó que es un elemento básico para alcanzar la excelencia, que es objetivo final de cualquier negocio, ya sea tradicional o de vanguardia como el suyo. “En Mugaritz, si queremos atender reyes, tenemos que ser príncipes. No puedes vender lujo sin saber lo que es el lujo. Tienes que vivir el lujo y entenderlo para poder dar ese servicio. Dentro de nuestras posibilidades, intentamos que el equipo de Mugaritz vaya a buenos hoteles a buenos restaurantes y que viaje. La experiencia es lo que el ser humano entiendo mejor”, afirmó.