Héctor de la Rosa López | Director corporativo de F&B en Be Live Hotels by Globalia

Estos últimos días, habréis podido ver el movimiento de precio al que se está viendo sometido el Bitcoin. Está claro que, en este momento, el mercado de las criptomonedas está en su plena expansión.

Una criptomoneda, o moneda virtual, es dinero digital. Esto quiere decir que no hay ni monedas ni billetes físicos, todo se realiza en línea y se puede transferir una criptomoneda a quien sea en internet sin ningún intermediario.

El 3 de enero del año 2009 fueron minados los primeros 50 bitcoins del mundo. Hoy ya circulan más de 17,4 millones de unidades. La primera burbuja del bitcoin alcanzó un pico de 35 USD en el año 2011 y hoy nos encontramos con que está luchando para alcanzar un valor de ni más ni menos 58.000 USD. Se trata de una moneda que en sólo 12 años ha visto crecer su valor en más del 300.000%, llegando en la actualidad a realizar un volumen de transacciones por valor de 7.000.000.000 USD cada 24 horas.

¡Una auténtica barbaridad!

No se puede negar que esta moneda está ahí y, por consiguiente, hay que estar muy pendientes de cómo puede llegar a afectar al sector en el que nos movemos.

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Pero y en España, ¿cómo está siendo aceptado el Bitcoin?

La incursión de las criptomonedas en el ecosistema social actual avanza sin prisa pero sin pausa. Tras un primer momento de incertidumbre y, en muchos casos, desconfianza y miedo, las monedas virtuales se van haciendo, poco a poco, un hueco entre la población.

Alrededor del 60% de personas creen que es la moneda del futuro, y raro no es, ya que, en la actualidad, son cada vez más los negocios y comercios en este país que apuestan por una alternativa de pago a sus clientes, siendo una alternativa esta criptomoneda en cuestión.

En lo que concierne a la hostelería, en Madrid existen unos 23 establecimientos que aceptan pago digital en sus locales o alrededor de una decena de locales en Barcelona que ya aceptan monedas digitales.

Los establecimientos Fast Food son el objetivo principal para la tecnología blockchain. Este mercado tiene un peso muy importante dentro del sector y se cree que su aporte puede agilizar los pagos y mejorar las prácticas comerciales, algo que va más allá del precio de las criptomonedas. Sin embargo, su implantación va bastante lenta.

Desde el año pasado, la plataforma de custodia de criptomonedas Bakkt dispone de una aplicación de pagos que, de la mano de Starbucks, se han lanzado para facilitar el desbloqueo de los activos digitales a los consumidores.

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Ahora bien, ¿cómo puede afectar este método de pago a nuestros negocios en hostelería?

Si nos fijamos en el crecimiento de las criptomonedas en general y el bitcoin en particular en los últimos años, parece que cobrar en criptomonedas puede incrementar nuestro valor de forma enriquecedora. A sabiendas de que se efectúa un cobro sin intermediarios y sin comisiones y que, a su vez, se tendría un ahorro y una mayor rapidez en los pagos.

Esta nueva forma de pago puede resultar atractiva para aquellos clientes potenciales que estén metidos en el mundo de las criptomonedas y que, por consiguiente, no son reacios a utilizar este método de pago. De esta forma, podemos abrir nuestros negocios a nuevos clientes, conseguir fidelizarlos y, por qué no, que sea un símbolo de distinción respecto a la competencia.

Pero dicho esto, todo lo que sube, baja y el efecto puede ser el contrario debido a su alta volatilidad. Pequeñas empresas del sector podrían tener consecuencias que no pueden asumir. No hay que olvidar que el valor varía minuto a minuto.

También conviene mencionar que, al no tener respaldo de los gobiernos y bancos centrales y unido a que, como mencionaba anteriormente, no hay intermediarios ni comisiones y se realiza de forma anónima, se puede tratar de operaciones realizadas para no cumplir con las obligaciones tributarias.

Una cosa está clara, nuestra industria se ve visto obligada a transformarse hacia la digitalización de manera acelerada. Posiblemente sea uno de los aspectos a cubrir para mantenerse en pie en una de las industrias que más ha sufrido de los efectos de la pandemia del Covid-19.

Independientemente de su mayor o menor aceptación, mientras permita hacer nuevos negocios de hostelería, es decir, haya quien la acepte a cambio de bienes o servicios, será una moneda útil y que va a estar muy presente en la vida que nos toca vivir. El debate está servido.